06 Jun 2025

Tras meses de silencio, hubo reunión entre Cristina y Axel

Acordaron una comisión para diseñar listas conjuntas tras meses de distanciamiento. La pulseada por espacios ya comenzó: Kicillof exige tercios iguales y Cristina apura apoyos en distritos clave. "No hay unidad sellada". La Matanza podría convertirse en un campo de batallas internas.
Tras meses de silencio, hubo reunión entre Cristina y Axel

Cristina Kirchner y Axel Kicillof reanudaron este jueves su diálogo político tras meses de distanciamiento, en una reunión a solas en la Ciudad de Buenos Aires que buscó destrabar la pulseada interna por las elecciones bonaerenses. El encuentro, gestionado discretamente después de que la expresidenta confirmara su candidatura por la Tercera Sección bonaerense, culminó con un acuerdo para crear una mesa de trabajo conjunta que delineará posibles listas unitarias de cara a los comicios de septiembre. Fuentes del gobierno provincial subrayaron que “esto no implica que ya esté todo solucionado”, pero marca un primer paso para frenar la fragmentación del peronismo frente al avance de La Libertad Avanza y el PRO, que ya sellaron su alianza en el distrito.

Tras meses de silencio, hubo reunión entre Cristina y Axel

 

La cita nocturna —precedida por un llamado telefónico “breve y cordial” el martes— rompió semanas de silencio entre ambos, aunque dejó al descubierto fisuras en sus bases. Intendentes del Movimiento Derecho al Futuro, el espacio de Kicillof, recibieron con sorpresa la noticia, pues esperaban ser consultados primero en una reunión agendada para el lunes en La Plata. El malestar ya había estallado horas antes cuando Fabián Cagliardi, jefe comunal de Berisso y aliado del gobernador, cuestionó públicamente la decisión de CFK: “Si quería ayudar, que vaya a lugares donde perdimos siempre”, disparó en Futurock. Mientras, en La Matanza —distrito clave por su peso electoral—, sectores kirchneristas lanzaron la mesa “Cristina 2025” para presionar a intendentes como Fernando Espinoza y Verónica Magario, quienes mantuvieron un “silencio elocuente” tras el anuncio de la exmandataria.

Las negociaciones avanzan en un clima de desconfianza mutua. Kicillof, respaldado por 40 intendentes, exige que la futura mesa refleje una correlación de fuerzas más equilibrada que en 2023: si entonces el reparto fue 50% para CFK, 25% para él y 25% para Sergio Massa, ahora apuesta a “tres tercios iguales”, según confiaron sus cercanos a *La Nación*. El gobernador también lleva como bandera las exigencias de su ministro Carlos Bianco: la unidad debe incluir “apoyo efectivo” a su gestión y no reducirse a “colar nombres” en las listas. Del lado kirchnerista, persiste la crítica al desdoblamiento electoral que separó comicios provinciales y nacionales, una medida que Cristina tildó de “error” en privado, según reveló *Infobae*. Pese a todo, ambos saben que sin pacto, el escenario es sombrío: las encuestas muestran a la oposición fortalecida, y la propia CFK admitió que una derrota en Buenos Aires “irradiaría al resto del país”.

En las próximas horas, la atención se centrará en Sergio Massa —actor clave en cualquier acuerdo—, cuyo entorno impulsa que encabece la lista en la Primera Sección. El tigrense, consultado por intendentes aliados durante un encuentro en Chascomús, prometió definir su posición en el Congreso del Frente Renovador de julio. Mientras, Cristina viajará este sábado a Corrientes para apoyar al candidato peronista Martín Ascúa, en una jugada que busca proyectar su influencia más allá del Conurbano. El lunes, Kicillof reunirá a sus intendentes para explicar los términos del frágil acercamiento, consciente de que el tiempo apremia: las listas se cierran el 19 de julio, y cualquier ruptura beneficiaría a la ultraderecha.