En Argentina, los últimos meses bajo el gobierno de Javier Milei han despertado preocupaciones sobre un posible retorno al modelo económico de los años 90. Políticas similares en términos de privatizaciones, ajustes fiscales y un creciente desempleo evocan la gestión neoliberal de Carlos Menem. A continuación, analizamos los principales puntos de convergencia.
El desempleo alcanzó el 7,7% en el primer trimestre de 2024, con una pérdida de 136.000 empleos privados en solo seis meses. Este contexto recuerda la crisis laboral de los años 90, cuando la apertura económica y la desindustrialización dejaron a millones sin empleo. Aunque el gobierno actual sostiene que el índice de desocupación se ha estabilizado recientemente, los datos muestran una caída constante en los registros laborales formales.
La propuesta de privatizar Aerolíneas Argentinas y el desmantelamiento parcial de los servicios de Trenes Argentinos, que podría implicar más de 3.000 despidos, son ecos directos de las reformas estructurales de los 90, cuando se vendieron empresas públicas estratégicas al sector privado en nombre de la eficiencia y la reducción del gasto público.
El peso argentino enfrenta una sobrevaluación que, junto a la crisis económica, ha incentivado el turismo de compras en países vecinos como Chile, un fenómeno que fue emblemático en los 90. La brecha cambiaria y las políticas monetarias actuales recuerdan al modelo de convertibilidad, que hizo más atractivo el consumo externo mientras debilitaba la industria local.
El resurgimiento del sector financiero como eje de la economía argentina también encuentra paralelismos en los 90. Durante esa década, la priorización de capitales especulativos sobre la producción industrial llevó a un aumento de la desigualdad. En 2024, el coeficiente de Gini subió a 0,467, con un 54,6% de la población viviendo en pobreza.
El modelo económico y social actual parece replicar las dinámicas de los 90, con consecuencias previsibles: debilitamiento del tejido industrial, aumento del desempleo, precarización y concentración económica. Aunque estas medidas buscan estabilizar el contexto macroeconómico, la experiencia histórica sugiere que el costo social puede ser demasiado alto.
La Argentina de 2024 enfrenta una encrucijada: decidir si avanza hacia un modelo económico inclusivo y sostenible o repite errores que marcaron una de las décadas más desafiantes de su historia reciente.