22 Mar 2025

Peronismos

El peronismo enfrenta un momento crítico de reacomodamiento interno, con tensiones que se evidencian tanto en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires como en el Senado nacional. Mientras en la Cámara de Diputados bonaerense el kicillofismo intenta imponer su agenda electoral, en el Senado la fractura dentro de Unión por la Patria (UP) profundiza las divisiones internas.
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En la Legislatura bonaerense, el bloque oficialista liderado por el gobernador Axel Kicillof protagonizó un movimiento estratégico al presentar un proyecto para suspender las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) en la provincia. La sesión, convocada por La Libertad Avanza (LLA), no alcanzó el quórum necesario debido a la ausencia del massismo y La Cámpora, lo que dejó al descubierto las diferencias internas del peronismo.

El kicillofismo, que busca adelantar las elecciones provinciales y eliminar las PASO, se encontró con la resistencia de sus aliados. Mientras el Frente Renovador de Sergio Massa prefiere postergar el desdoblamiento electoral hasta después de los comicios nacionales, La Cámpora, alineada con Cristina Fernández de Kirchner, defiende la continuidad de las PASO y rechaza cualquier desdoblamiento. Esta falta de consenso dejó al bloque oficialista dividido y expuesto ante la oposición, que aprovechó la situación para cuestionar la unidad del peronismo.

En paralelo, en el Senado nacional, la grieta dentro de Unión por la Patria se hizo evidente con la creación de un nuevo bloque peronista, Convicción Federal, integrado por cuatro senadores disidentes. Este grupo, liderado por Raúl Jalil y Ricardo Quintela, busca diferenciarse del ala kirchnerista del PJ y ya plantea diferencias en temas clave, como el tratamiento del pliego del juez Ariel Lijo para la Corte Suprema.

La fractura en el Senado no solo refleja disputas ideológicas, sino también rencillas locales y pases de factura entre los senadores. Durante una tensa reunión de bloque, surgieron reproches por la falta de participación de las provincias en las decisiones y por la oportunidad elegida para anunciar la creación del nuevo espacio, en medio de la negociación del Gobierno nacional con el FMI.

Mientras tanto, el tratamiento de los pliegos de Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema promete ser otro foco de conflicto. Con un bloque dividido y al menos ocho senadores dispuestos a apoyar a Lijo, el kirchnerismo enfrenta un desafío para mantener la disciplina partidaria.

En ambos escenarios, el peronismo muestra dificultades para mantener la unidad y definir una estrategia común. Las tensiones internas, sumadas a la presión de la oposición, dejan en evidencia un movimiento político en pleno reacomodamiento, con desafíos que podrían definir su futuro tanto en la provincia de Buenos Aires como a nivel nacional.

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