Conflictos en la Votación del Presupuesto
La ex agrupación juvenil ha mostrado su descontento con Kicillof durante la votación del presupuesto provincial. Máximo Kirchner ha utilizado su influencia para dificultar su aprobación, generando fricciones dentro del oficialismo bonaerense. Siguen los intentos de marcarle la cancha al gobernador entorpeciendo la gestión. Kicillof cierra el año flanqueado por todos lados. De un lado ataca Milei, del otro La Cámpora. Ninguna noche de paz.
Reunión de Intendentes Estallada
El conflicto se intensificó durante una reunión de intendentes con Kicillof, organizada para la firma de leasings del Banco Provincia. En este encuentro, el intendente de Lanús, Julián Álvarez, y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, protagonizaron un enfrentamiento directo con el gobernador. Álvarez acusó a Kicillof de no enviar los fondos comprometidos a su distrito, lo que generó una fuerte discusión. Mendoza intentó abandonar la reunión en señal de protesta, exacerbando aún más las tensiones.
El encuentro en La Plata tenía como objetivo la firma de leasings del Banco Provincia con una veintena de distritos. Durante la reunión, el intendente de Lanús, Julián Álvarez, miembro de La Cámpora, retomó un reclamo que había hecho semanas atrás en Twitter a Kicillof. Según Álvarez, la provincia no está enviando los fondos comprometidos con su distrito. Esta vez, Álvarez confrontó a Kicillof de manera directa y contundente, frente a un numeroso grupo de intendentes.
La reacción del gobernador fue intentar calmar la situación, pero el desplante no fue bien recibido por algunos de los colegas de Álvarez. En particular, el intendente de Salto, Ricardo Alesandro, recriminó al camporista por el tono de su intervención y por llevar una disputa interna a una reunión de trabajo de la provincia con los distritos.
“Resuelvan su discusión en una reunión, yo quiero volver a trabajar a mi municipio”.
Para no bajar ni un sólo cambio, apareció Mayra Mendoza. La intendenta de Quilmes se levantó e intentó abandonar la reunión, llevándose con ella a Álvarez. “Nos vamos, esto así no sigue”, exclamó.
Finalmente, con un Kicillof que mantuvo el silencio, la situación se calmó y la reunión pudo continuar, aunque con un claro clima de tensión y la sensación de que todo está roto entre las principales caras del peronismo bonaerense. Aunque no es la primera vez que La Cámpora tiene estos desplantes con Kicillof, esta vez fue en público, frente a muchos intendentes y con un tono que hizo pensar en un quiebre irreversible.
Cómo responderán desde la gobernación y cómo seguirá escalando este conflicto está por verse. Lo evidente es que el cristinismo y Kicillof ya no tienen diferencias superficiales, y que la tropa de CFK parece tener la vía libre para tensionar a fondo con el gobernador, sin importar las consecuencias.