04 Jul 2025

Milei dejó sin gas a Mar del Plata en medio de una ola polar

Había paralizado la finalización de obras en plantas compresoras y gasoductos, lo que desató una crisis histórica en la ciudad. Montenegro, aliado de Mieli, terminó suspendiendo clases, industrias, restaurantes, gimnasios, piscinas climatizadas. Se profundiza la dependencia de importaciones caras.
Milei dejó sin gas a Mar del Plata en medio de una ola polar

Por primera vez en su historia, Mar del Plata enfrenta cortes generalizados de gas en plena ola polar, con temperaturas que alcanzaron los -9°C. La emergencia, que afecta a hogares, comercios y servicios esenciales, tiene su origen en la paralización de obras estratégicas energéticas por parte del gobierno nacional. Según informó el portal 0223 el 11 de septiembre de 2024, la decisión de Javier Milei de frenar la Planta Compresora Las Armas —clave para el Gasoducto de la Costa y con un 80% de avance— privó a la región de refuerzos críticos para su abastecimiento. Esta situación se agrava por el abandono de otras infraestructuras vitales: las plantas compresoras del Gasoducto Néstor Kirchner (GNK), cuya culminación habría duplicado la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta, y el segundo tramo de su traza hacia San Jerónimo (Santa Fe).

Milei dejó sin gas a Mar del Plata en medio de una ola polar

El contraste es paradójico: Argentina posee reservas para tres décadas de autoabastecimiento, pero la falta de inversión en transporte obliga a importar combustible a precios triplicados, desangrando las escasas divisas. Tal como reveló LPO el 31 de mayo de 2024, las plantas del GNK, completadas en un 80% bajo la gestión anterior, hubieran inyectado 24 millones de m³ diarios adicionales. Su paralización —junto a la lentitud “insólita” en la reversión del Gasoducto Norte, según fuentes empresariales— condena al país a gastar USD 500 millones en importaciones, pese a que las obras suspendidas costaban solo USD 50 millones. La administración actual justifica su modelo de “financiamiento privado exclusivo”, aunque datos oficiales desmienten su viabilidad: en Chile, ejemplo citado por Milei, solo el 15% de la obra pública se sostiene con capitales particulares.

En Mar del Plata, la crisis escaló rápidamente. El intendente Guillermo Montenegro, cuestionado por su alineamiento con el gobierno nacional, confirmó la suspensión de clases y actividades no esenciales, mientras camiones cisterna intentaban paliar la falta de suministro en hospitales y geriátricos. Rodrigo Goncalvez, secretario de Seguridad municipal, admitió que la restitución total “llevará horas”, priorizando centros de salud antes que viviendas. La empresa Camuzzi Gas Pampeana atribuyó los cortes domiciliarios a “baja presión por alta demanda”, pero vecinos denuncian interrupciones sin aviso. La negligencia acumulada evidencia una cruda ecuación: mientras el oficialismo desmantela la planificación energética heredada, ciudades enteras pagan el costo en pleno invierno. Cecilia Garibotti, exsubsecretaria de Energía, lo resume: “El gobierno eligió entre terminar obras para autoabastecernos, importar gas caro o dejar a la población a su suerte”.