La situación en el sistema de salud pública de Argentina ha generado mucha preocupación. El gobierno de Javier Milei ha anunciado la no renovación de 1.400 contratos en el Ministerio de Salud, lo que ha llevado a despidos masivos en varios hospitales, incluyendo el Hospital Bonaparte. Esta cruel medida es comunicada como parte de un proceso de reestructuración que, según el gobierno, busca optimizar los recursos humanos y corregir irregularidades en la contratación de personal.
El presidente Milei ha defendido esta decisión en sus redes sociales, afirmando que es necesaria para mejorar la eficiencia del sistema sanitario. Sin embargo, ha sido criticada por dejar a muchos trabajadores sin empleo y poner en riesgo la atención de pacientes vulnerables.
Ayer por la tarde y noche, comenzaron a circular en X publicaciones que denunciaban la llegada de los primeros telegramas anunciando despidos masivos en hospitales como el Bonaparte y otros programas de salud. Los trabajadores acusan al gobierno de desmantelar servicios esenciales y dejar a miles de personas sin empleo y a pacientes vulnerables sin atención.
“Más de 230 despidos y una nueva amenaza de vaciamiento en el Hospital Bonaparte, parte de un ataque generalizado a la salud con más de 1400 despidos en todo el país”.
También se mencionaba que el gobierno de Javier Milei había cerrado 15 direcciones del Ministerio de Salud, incluyendo las de Hepatitis Virales y Equipamiento Médico, y que los trabajadores se estaban preparando para enfrentar el ajuste.
Otra publicación denunciaba un ataque sistemático a los dispositivos de salud mental en el Hospital Bonaparte, destacando que las estadísticas del Ministerio de Seguridad mostraban que las muertes por suicidio superaban ampliamente a las por homicidio, y cuestionando la diferencia en el peso presupuestario y de opinión pública entre ambos problemas.
Posteriormente, se confirmó la información: el Ministerio de Salud había enviado 200 telegramas de despido al Hospital Laura Bonaparte, afectando a 40 psicólogos, 20 médicos psiquiatras y clínicos, 20 enfermeros, odontólogos y farmacéuticos. La atención en la guardia del hospital está en riesgo.