06 Ene 2025

Más casta no hay

Siete días después de ser designado por Javier Milei, Andrés Vázquez, el nuevo jefe de la Dirección General Impositiva, ascendió a su esposa y le duplicó el salario.
Más casta no hay

En un movimiento que ha generado una ola de cuestionamientos internos, Andrés Vázquez, recientemente designado por el presidente Javier Milei como jefe de la Dirección General Impositiva (DGI), ascendió a su esposa, María Eugenia Fanelli, a un cargo de alta relevancia dentro del organismo. Este ascenso se produjo apenas siete días después de que Vázquez asumiera su puesto.

Fanelli, quien anteriormente se desempeñaba como jefa de una sección técnico-jurídica con un sueldo neto de entre 3,8 y 4,2 millones de pesos, ahora lidera la Dirección Regional Centro II de Buenos Aires, con un salario que ronda entre 7 y 8 millones de pesos. Este ascenso implicó saltarse rangos intermedios y desplazar al anterior titular, Luciano Botto Rostom, quien fue trasladado a la Dirección Regional de Mercedes.

La designación de Fanelli fue registrada en la Disposición 182/2024 y publicada en el Boletín Oficial el 2 de noviembre de 2024. La disposición fue firmada únicamente por Vázquez, lo que ha sido descrito como “inusual” y “anormal” por fuentes internas. Además, el Código de Ética del organismo prohíbe la intervención en cuestiones donde exista un interés personal o vínculo conyugal.

Este no es el primer escándalo que envuelve a Vázquez. Recientemente, fue denunciado por no declarar bienes en el exterior, incluyendo tres propiedades en Miami adquiridas en 2013 por más de 2 millones de dólares. Aunque fue sobreseído en 2022 por falta de respuestas de los paraísos fiscales implicados, estas acusaciones han dejado una marca en su carrera.

La relación previa entre Vázquez y Fanelli en la Dirección Regional Sur Metropolitana, donde Vázquez supervisaba investigaciones relacionadas con empresas de Lázaro Báez y Cristóbal López, ha añadido más dudas sobre la ética detrás de esta decisión.

El ascenso de Fanelli ha generado una serie de cuestionamientos internos y externos, y ha puesto en el centro de la polémica la gestión de Vázquez en la DGI.