La definición de alianzas para las elecciones bonaerenses de septiembre desencadenó una reconfiguración política inmediata, marcada por deserciones significativas y realineamientos. Gilberto Alegre, intendente de General Villegas, confirmó su salida del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) tras el acuerdo entre Axel Kicillof, el kirchnerismo y el Frente Renovador para conformar “Fuerza Patria”. Alegre expresó sentirse “muy bien” en el espacio liderado por Kicillof, pero subrayó que la convergencia con La Cámpora representa “un paso que no me contiene”. Su desacuerdo central radica en la figura de Máximo Kirchner, a quien calificó como “un escollo muy difícil de resolver”.
Esta decisión refleja tensiones profundas dentro del peronismo no kirchnerista. Alegre ya había advertido entonces: “Si el proceso lo quiere conducir La Cámpora no hay arreglo. Hoy el único que puede conducir este espacio es Axel”. Su crítica apuntaba a sectores que, según él, “nunca han ganado una elección y quieren conducir al peronismo”. Actualmente, el histórico dirigente negocia su incorporación a “Somos Buenos Aires”, la alianza de centroderecha que integra a la UCR, peronistas anti K, y figuras como Facundo Manes y Miguel Ángel Pichetto, con quien Alegre ya compartió espacio en Juntos por el Cambio.
El impacto del cierre de listas trascendió este caso. Otros intendentes, como Guillermo Britos de Chivilcoy, evalúan sumarse a “Somos Buenos Aires” o impulsar alternativas vecinalistas, aprovechando la separación entre comicios provinciales y nacionales. Este fenómeno podría fragmentar a los partidos tradicionales, pues ciudadanos de localidades del interior bonaerense podrán conformar sus propias listas. En la UCR, la fractura es tangible: el sector del senador Maximiliano Abad rechazó suscribir la alianza y busca rutas alternativas, incluso coordinando con candidatos de Javier Milei en Mar del Plata. Pese a esto, el comité provincial radical convocó una convención para ratificar formalmente “Somos Buenos Aires”.
Paralelamente, emergen nuevos actores. En Tandil, el exradical Marcos Nicolini y el concejal del PRO Juan Manazzoni articularán con “Hechos”, el movimiento de los hermanos Passaglia que gobierna San Nicolás. Aunque este espacio colaborará con “Somos Buenos Aires”, mantendrá autonomía. En la Legislatura, el bloque Unión Renovación y Fe —formado por disidentes de La Libertad Avanza— se dividió: tres diputados permanecen bajo Gustavo Cuervo (aliados a “Nuevos Aires”), mientras seis crearán el bloque “Unión y Libertad”, impulsado por Carlos Kikuchi. En el Senado, sin embargo, los tres integrantes conservarán la bancada bajo este último nombre.
La crisis evidencia que las negociaciones no solo redefinen alianzas, sino que aceleran una reingeniería del mapa político bonaerense, donde liderazgos territoriales y descontentos locales comienzan a desafiar estructuras partidarias consolidadas.