La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires aprobó este lunes la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), un proyecto impulsado por el gobernador Axel Kicillof que ahora enfrenta desafíos por los plazos electorales. La medida, respaldada por más de dos tercios de la Legislatura, elimina las primarias y apunta a elecciones desdobladas el 7 de septiembre. Sin embargo, la interna dentro del peronismo sigue abierta, con diferencias entre el Movimiento Derecho al Futuro de Kicillof y el ala kirchnerista liderada por Cristina Fernández de Kirchner (CFK).
El conflicto central gira en torno a los plazos para la conformación de alianzas y el cierre de listas. Kicillof buscaba extender los tiempos de 30 a 50 días para facilitar la organización, pero el Senado, bajo influencia kirchnerista, aprobó la suspensión de las PASO sin modificar la ley 5.109 de 1946, que mantiene los plazos originales. La Junta Electoral bonaerense advirtió que los tiempos actuales son “materialmente imposibles de cumplir” debido al volumen del padrón, que supera los 14 millones de electores.
Kicillof vs. kirchnerismo: ahora por el calendario
El gobernador intentó negociar un punto intermedio: 50 días para el cierre de listas y 30 para la presentación de boletas, pero el kirchnerismo rechazó cambios profundos. CFK y su entorno prefieren acercar los plazos a las elecciones nacionales para forzar un acuerdo macro, mientras Kicillof apuesta a consolidar un frente amplio “anti Milei” que trascienda a La Cámpora. En este marco, partidos como el Frente Grande, Unidad Popular, Partido Solidario y el Partido del Trabajo y del Pueblo ya respaldaron su estrategia.
La tensión quedó expuesta en el Senado, donde la bancada de Unión por la Patria (UP) acompañó la suspensión de las PASO, pero con advertencias. Teresa García, jefa del bloque kirchnerista, citó a Eva Perón para exigir “fidelidad a los compañeros” y criticó el desdoblamiento electoral, aludiendo al bajo caudal de votos del peronismo en Santa Fe. Pese a ello, el mensaje de CFK ordenando apoyar la iniciativa de Kicillof evitó una ruptura abierta.
Incertidumbre logística y política
La Junta Electoral, encabezada por Hilda Kogan, insistió en que los plazos vigentes complican la organización técnica, especialmente tras el desdoblamiento. El organismo convocó a una reunión en la Comisión de Reforma Política para proponer ajustes, pero la sesión en Diputados priorizó la suspensión de las PASO sin cambios. Desde el oficialismo provincial admiten que, sin modificaciones, el cronograma podría colapsar, aunque confían en negociar soluciones parciales.
El escenario se complejiza con la presión del gobierno nacional. El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, ya se reunió con el jefe de Gabinete de Javier Milei, Guillermo Francos, para coordinar detalles logísticos. Mientras tanto, la interna peronista sigue activa: Kicillof busca sumar incluso a espacios no alineados con el kirchnerismo, como FORJA, que lidera Gustavo López, en un intento por ampliar su base.
Con las PASO suspendidas y los plazos en disputa, la provincia avanza hacia un proceso electoral inédito, marcado por la lucha por el control de la lapicera para armar listas y la sombra de una crisis de gobernabilidad si los tiempos no se acomodan. La pregunta ahora es si el peronismo bonaerense logrará cerrar filas o si las diferencias entre Kicillof y CFK profundizarán la fractura.
