El Gobierno argentino anunció una baja del 20% en las retenciones de los principales cultivos, incluyendo soja, trigo, cebada, sorgo, maíz y girasol. Esta medida, que entrará en vigencia el lunes y se mantendrá hasta el 30 de junio, también elimina las retenciones a las economías regionales que aún las tenían, como el azúcar, algodón, cuero bovino, bebidas, ovinos, tabaco, arroz y maní, de manera permanente.
La decisión fue tomada en medio de la presión política del campo y la necesidad urgente de dólares por parte del Gobierno. La liquidación del campo en 2024 fue aproximadamente un 40% más baja que en 2022, y las reservas netas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) se encuentran en 7.500 millones de dólares negativas.
El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, anunció la medida junto al contador Manuel Adorni en la Casa Rosada, destacando que el Gobierno busca aliviar la presión fiscal sobre el sector agrícola y reconocer su importancia como motor de la economía nacional. Sin embargo, la medida ha sido recibida con matices por parte de las entidades agrarias.
José Martins, presidente del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), señaló que “el alivio de la presión fiscal es una medida excelente”. Por su parte, la Sociedad Rural Argentina (SRA) celebró el anuncio, pero insistió en la necesidad de eliminar totalmente las retenciones. Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Carlos Castagnani valoró la medida como un paso importante hacia un sistema más justo y eficiente.
Estoy en vuelo y recién veo en detalle el comunicado del gobierno sobre la "baja" de retenciones. El último párrafo confirma que todo, en Argentina, es una joda. Caputo y Milei están fundidos, entre ésto y el auxilio que piden al FMI prueban que han mentido y que no tienen ningún… pic.twitter.com/tuA8erRkf3
— Carlos Maslatón (@CarlosMaslaton) January 24, 2025
La clave de la medida radica en su instrumentación a través de una declaración jurada opcional, con obligación de liquidación de los dólares a solo 15 días, lo que permite al campo decidir si utiliza el beneficio o no. Esto muestra la urgencia de dólares para el Gobierno y permite a los productores presionar por una mejora en el tipo de cambio o una devaluación.
Guillermo Michel, ex titular de Aduana, definió la reducción temporal de las retenciones como un “dólar soja”, vinculándola con la presión en el frente cambiario. Michel cuestionó si esta baja es realmente temporal hasta un ajuste estructural del tipo de cambio.
En resumen, la baja de retenciones del Gobierno al campo es una medida que busca aliviar la presión fiscal sobre el sector agrícola y obtener dólares necesarios para la economía, pero su temporalidad y la urgencia de dólares generan incertidumbre sobre su efectividad a largo plazo.
Baja de retenciones. Costo fiscal: U$S 800 millones. Quien lo financia? Los jubilados, los sueldos, el gasto social? pic.twitter.com/0UJWc1X3zP
— Ismael Bermudez (@IsmaelBermudez1) January 24, 2025