En un movimiento que pone en ridículo el discurso “anti-casta” de La Libertad Avanza, Karina Milei mantuvo este miércoles un encuentro clave con Diego Santilli y Cristian Ritondo, dos históricos del PRO bajo la lupa por presuntas irregularidades financieras. La reunión —a la que asistió también el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro— buscó avanzar en una alianza electoral para desafiar al gobierno de Axel Kicillof en Buenos Aires, pero dejó al descubierto las contradicciones del libertarismo al asociarse con figuras señaladas por corrupción.
El encuentro, celebrado en el despacho del presidente de Diputados Martín Menem, contó con el aval explícito de Mauricio Macri (otro que algo entiende de esconder guita en paraísos fiscales), quien días atrás respaldó públicamente la coalición. Sin embargo, los antecedentes de los interlocutores generan escozor:
– Santilli, actual diputado nacional, está vinculado a una red de negocios turbios durante su gestión en el Gobierno porteño, incluyendo un sospechoso préstamo de 550.000 dólares de un contratista del Estado que multiplicó sus adjudicaciones bajo su administración.
Acompañando al viento de la historia y escuchando la demanda de los millones que nos votaron, seguimos trabajando para liberar la provincia de Buenos Aires, último reducto del maldito populismo.
— Karina Milei (@KarinaMileiOk) April 10, 2025
Con Lule Menem, @SPareja_, @cristianritondo, @diegosantilli y @gmontenegro_ok… pic.twitter.com/1SgrHV3w4x
Pese a esto, Karina Milei celebró el acercamiento en redes: “Acompañamos el viento de la historia para liberar Buenos Aires del populismo”, escribió, mientras el PRO formalizaba un interbloque con LLA en Diputados para sumar peso en comisiones clave.
El pasado que persigue a Santilli: contratistas, préstamos inexplicables y un departamento “esfumado”
Detrás de la sonrisa protocolar de la reunión con Milei, Diego Santilli carga un expediente incómodo:
1. El préstamo millonario: En 2015, el entonces vicejefe de gobierno porteño declaró una deuda de 550.000 dólares con el empresario Marcos Podestá, dueño de droguerías beneficiadas con contratos del GCBA (como Varadero SA). El misterio: Santilli saldó la deuda en un año, pese a que sus ingresos legales como funcionario no superaban los 80.000 pesos mensuales (equivalente a ~8.000 USD anuales en ese entonces).
2. La trama Podestá: El prestamista dirige un entramado de empresas (Treater Neuquén, Servicios Los Andes) vinculadas a contaminación en Vaca Muerta y escándalos de corrupción. Su socio, Edgardo Cenzón, fue ministro de Santilli y luego manejó fondos de campaña de Macri.
3. El departamento “fantasma”: En 2016, Santilli declaró la compra de un inmueble valuado en 800.000 dólares que, según sus posteriores declaraciones juradas, se devaluó un 85% sin explicación.
Pese a las denuncias, ninguna causa avanzó: la Justicia neuquina archivó las investigaciones ambientales contra Podestá, y el GCBA nunca auditó los contratos.
La alianza entre LLA y el PRO: el “anti-castismo” que se quiebra en la trinchera bonaerense
Mientras en la Ciudad de Buenos Aires los libertarios y el macrismo se atacan con denuncias cruzadas —desde el escándalo de los subsidios a las escuelas privadas hasta las acusaciones de “clientelismo digital” con los vouchers—, la foto de Karina Milei con Santilli y Ritondo expone la contradicción esencial del proyecto libertario: el discurso rupturista se diluye cuando el objetivo es desplazar al peronismo.
¿Cómo denunciar corrupción en un distrito y abrazar a sus protagonistas en otro? El mensaje que queda es claro: en política, los principios ceden ante la conveniencia, y el relato de “limpiar la Argentina” choca contra la necesidad de sumar poder.
La pregunta que flota es incómoda: ¿Está LLA dispuesta a pagar el costo de aliarse con aquellos a quienes señala como responsables de la decadencia? Por ahora, la respuesta parece ser sí, pero cada vez será más difícil explicar por qué los “impresentables” de ayer son los candidatos de hoy.