04 Ago 2025

Kicillof, los gobernadores y el tablero abierto para 2027

Desde 2024, y ante la retirada del Estado nacional en las provincias, Kicillof fue forjando alianzas con gobernadores opositores. Ahora, esos mandatarios lanzan un frente electoral contra Milei. El gobernador espera. ¿Habrá tiempo de una alianza de gobernadores jóvenes contra Milei?
Kicillof, los gobernadores y el tablero abierto para 2027

Desde enero de 2024, el gobernador bonaerense Axel Kicillof ha desplegado una sostenida estrategia de cooperación con mandatarios provinciales de distintos signos políticos, contrastando con la retirada del Estado Nacional anunciada por el gobierno de Javier Milei. Esta línea de acción, que Kicillof enmarca bajo el concepto de “Gobierno desertor” para calificar la gestión nacional, se inició con el envío de recursos para combatir incendios en Chubut, gobernada por Ignacio Torres (PRO), apenas un mes y medio después de que este asumiera. La ayuda incluyó brigadistas, vehículos y helicópteros, replicando un gesto similar realizado en 2022 hacia el radical Gustavo Valdés en Corrientes durante otra crisis ambiental. La colaboración se extendió más allá de las emergencias: en mayo de 2024, Kicillof firmó en Rawson un convenio sanitario que proveyó 15 ambulancias a Chubut, y en marzo del mismo año aportó 80 vehículos policiales a Santa Fe para reforzar la lucha contra el narcotráfico, iniciativa que el gobernador Maximiliano Pullaro valoró como inédita: “Es la primera vez que una provincia colabora con recursos materiales con otra y entendiendo la complejidad”, señaló entonces. Estos gestos, ejecutados incluso antes de la ruptura abierta de Kicillof con el cristinismo y la formación de su espacio propio (MDF), posicionaron al mandatario bonaerense como un articulador clave frente a sus pares, construyendo relaciones que trascendieron afinidades partidarias tradicionales.

Kicillof, los gobernadores y el tablero abierto para 2027

Esta red de vínculos interprovinciales tejida por Kicillof adquiere nueva dimensión con el reciente anuncio del llamado “Grito Federal”. Los gobernadores Ignacio Torres (Chubut), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz) conformaron un frente electoral para competir juntos en octubre y frenar el avance de La Libertad Avanza en sus territorios, configurando un nuevo mapa político que desafía la polarización impulsada por el oficialismo nacional. Analistas señalan que el “brutal nivel de sometimiento” del gobierno de Milei hacia las provincias fue el detonante de esta movida. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, respondió al anuncio instando a la ciudadanía a elegir entre el “viejo sistema donde se repartían recursos inexistentes” y la propuesta oficialista de reducir el gasto estatal, evidenciando la preocupación libertaria por una alianza que agrupa a provincias clave y representa sectores económicos vitales (agro, minería, petróleo, litio), amenazando sus aspiraciones de obtener un Congreso más afín en octubre.

Kicillof, los gobernadores y el tablero abierto para 2027

En la provincia de Buenos Aires, epicentro electoral nacional, la reacción ante el nuevo frente ha sido cautelosa. Axel Kicillof, quien históricamente cultivó relaciones con varios de estos gobernadores –compartió actos con Torres y Pullaro, y colaboró con Llaryora en la resistencia al ajuste–, optó por el silencio: “No hay nada para decir de este tema. No nos hemos ocupado del armado de los gobernadores”. Sin embargo, desde el conurbano bonaerense, bastión peronista, surge una advertencia contundente hacia el incipiente bloque: “Si quieren tener un proyecto de poder, necesitan la provincia”, sentenció un dirigente peronista de peso, recordando el fracaso del proyecto presidencial de Juan Schiaretti en 2023, que naufragó, entre otras causas, por su debilidad en el distrito bonaerense. La mirada se centra ahora en el desempeño electoral de “Somos Buenos Aires”, espacio que agrupa a radicales, la Coalición Cívica y peronistas no kirchneristas, liderado en la Primera Sección por Julio Zamora. Operadores políticos transversales plantean que si este espacio supera el 10% de los votos en septiembre, podría convertirse en el puntal bonaerense del nuevo frente; un resultado menor, en cambio, evaporaría esa posibilidad. Esta dinámica de “tercios” –que en 2023 facilitó el ascenso de Milei– es observada con atención por Kicillof, quien percibe que fuerzas alternativas como Somos Buenos Aires o Hechos (de los Passaglia) podrían restar votos decisivos al antiperonismo en varias secciones electorales de la provincia, debilitando a La Libertad Avanza en su propio terreno y abriendo potenciales escenarios para 2027.