El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, encabezado por Jorge Macri, implementó dos medidas que afectan directamente a recicladores urbanos y personas en situación de vulnerabilidad. La primera, anunciada el lunes, consistió en la eliminación del financiamiento del traslado diario para cartoneros provenientes del conurbano bonaerense. Esta prestación, que beneficiaba a aproximadamente 3.100 trabajadores agrupados en cooperativas como Amanecer de los Cartoneros, Madreselvas, Recuperadores Urbanos del Oeste y Cartonera del Sur, implicaba un costo anual estimado de 6.000 millones de pesos. Macri justificó la decisión al calificar el servicio como un “privilegio” otorgado a agrupaciones vinculadas al dirigente social Juan Grabois, argumentando que se buscaba desarmar un sistema que se había “vuelto parte del problema” y establecer condiciones equitativas para todos los actores del reciclado, ya que otros 3.000 recuperadores que operan en la capital nunca accedieron a ese apoyo logístico. Según las autoridades, los fondos liberados se redirigirán a reforzar la infraestructura de los Centros Verdes y expandir la capacidad operativa del sistema.
Paralelamente, el jefe de Gobierno porteño ordenó mediante un spot y publicaciones en redes sociales al Ministerio de Seguridad y a la Policía de la Ciudad intervenir y sancionar a quienes remuevan “basura de los contenedores”. Esta instrucción se basa en el artículo 94 del Código Contravencional, que penaliza con multas de entre 81 y 1.217 unidades fijas (equivalentes actualmente a montos que podrían alcanzar los $900.000) o trabajos de utilidad pública a “quien mancha o ensucia por cualquier medio bienes de propiedad pública o privada”. La vocera gubernamental, Laura Alonso, enfatizó en redes sociales la severidad de la sanción potencial. La medida se enmarca, según el gobierno, en esfuerzos por “mejorar la higiene urbana” y reducir la acumulación de residuos, complementándose con la instalación de contenedores antivandálicos. Sin embargo, no se mencionaron alternativas o políticas sociales dirigidas a quienes realizan esta actividad, frecuentemente impulsados por la necesidad de encontrar alimentos, ropa o materiales para reciclar.
Hasta $900 mil de multa si te gusta hurgar la basura en la Ciudad. Sí, leíste bien.
— Laura Alonso 🇦🇷 (@lauritalonso) August 4, 2025
La orden es clara: quien saque bolsas de los contenedores y deje todo tirado, limpia en el acto o lo paga caro.
Se terminó la impunidad para los “recicladores”. El que ensucia, limpia o paga.… https://t.co/KI2ayqkf7M
