30 Abr 2025

Ferraresi se planta ante el avance de La Cámpora en Avellaneda

Ferraresi reafirma un liderazgo consolidado en defensa de las conquistas de su gestión. No aceptaría compartir listas con La Cámpora tras meses de asedio. Así, muestra firmeza en su autonomía y prepara un frente propio ante la presión por las listas electorales.
Ferraresi se planta ante el avance de La Cámpora en Avellaneda

Sin ceder espacios, Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, ha decidido marcar un límite claro frente a lo que considera un intento de intromisión de La Cámpora en su gestión. Lejos de aceptar someterse a las directivas de Máximo Kirchner, el jefe comunal —figura clave en el conurbano tras años de políticas sociales y obras en la ciudad— rechaza con firmeza que grupos externos pretendan definir las candidaturas locales. Su postura no es un capricho: es una defensa estratégica de un liderazgo construido a pulso.

“No nos vamos a dejar poner gente en las listas para que termine apareciendo otro Insaurralde en un yate” dijo un armador local.

“Si Cristina es candidata de unidad, nosotros vamos por otro camino”, resuena en su círculo íntimo. La advertencia no es vacía: Ferraresi evalúa encabezar una lista municipal autónoma en Avellaneda, incluso bajo un eventual acuerdo entre Axel Kicillof y CFK. Pero su estrategia no se limita a su distrito. Extiende sus redes a Quilmes y Lanús, bastiones camporistas gobernados por Mayra Mendoza y Julián Álvarez, donde sus aliados ya fracturaron los bloques oficialistas. “No vamos a militar una boleta con La Cámpora. El problema no es Cristina, sino quienes quieren imponerse desde afuera”, subraya un colaborador cercano.

La chispa de la tensión

El clima de roce es palpable. Hace días, militantes de La Cámpora y funcionarios de Ferraresi chocaron en las calles de Avellaneda durante una disputa por carteles con la imagen de Cristina. El episodio refleja una grieta que trasciende lo electoral: es una batalla por el control territorial. Ferraresi, lejos de ceder, consolida su poder. La semana pasada reunió en Quilmes a más de 60 dirigentes de su agrupación La Eva Perón, donde sentó un mensaje contundente: “Preparémonos para todos los escenarios, incluso la ruptura”.

Un mapa político en movimiento

Mientras Axel Kicillof intenta tejer acuerdos, Ferraresi actúa con pragmatismo. En Quilmes, suma al concejal Ariel Burtoli y al exaspirante a intendente Julio Nieto; en Lanús, a la concejala Belén Berrueco y al exjefe comunal Darío Díaz Pérez. No está solo: otros intendentes como Julio Zamora (Tigre) y Juan José Mussi (Berazategui) también le escapan a la idea de una boleta unificada con La Cámpora.

Contraste con los axelistas duros

No todos piensan igual. Mario Secco, intendente de Ensenada y aliado de Kicillof, prioriza la unidad: “Hay un proyecto colectivo; no vamos por iniciativas individuales”, aclara su entorno. Pero Ferraresi no teme nadar contra la corriente. Su apuesta es clara: listas cortas que preserven su influencia, aún si eso significa enfrentarse al núcleo del kirchnerismo.

¿Hacia una fractura irreversible?

La pulseada no es solo por cargos: es una definición sobre quién manda en cada territorio. Ferraresi, con su historial de gestión, se presenta como un líder que no negocia su autonomía. Si Cristina insiste en alinear a La Cámpora, Avellaneda podría ser solo el primer dominó en caer. El mensaje está claro: en su territorio, las órdenes no se discuten… se construyen.