Duro mensaje del arzobispo García Cuerva ante Milei en el Tedeum

El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, realizó un severo diagnóstico político y social durante el Tedeum del 25 de Mayo, en un acto marcado por las tensiones entre el presidente Javier Milei, la vicepresidenta Victoria Villarruel y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. Ante el mandatario y su gabinete, García Cuerva criticó la inequidad, los discursos de odio y la falta de diálogo, señalando que “Argentina sangra de inequidad” y que “se está muriendo la fraternidad”. Hizo un llamado urgente a la unidad: “No podemos construir una Nación desde la guerra entre nosotros. Todo acto de violencia es condenable”. Además, exigió soluciones para los jubilados y los sectores marginados: “¿Cuántas generaciones más deberán reclamar jubilaciones dignas?”.

Milei, quien asistió sin la escarapela patria —detalle que generó críticas en redes por contraste con su retórica soberanista—, evitó saludar tanto a Villarruel como a Macri. Según publicó el medio Infobae, el Presidente justificó su actitud en redes con la frase “Roma no paga traidores”, en alusión a la contratación del consultor Antoni Gutiérrez-Rubí por parte del PRO porteño, a quien acusa de haber participado en una “campaña sucia” durante las elecciones de 2023. El canciller Gerardo Werthein respaldó el gesto: “Las acciones tienen consecuencias. Javier representa la autenticidad, no la hipocresía”. Miguel Nathan Licht, presidente del Tribunal Fiscal, añadió una interpretación religiosa citando el Talmud: “Al traidor no se le saluda, porque validar es participar”.

Villarruel, invitada directamente por García Cuerva según fuentes no confirmadas, respondió con frialdad al desplante: “Hay que preguntarle a él. Yo siempre lo saludo”. La vicepresidenta participó en representación del Poder Legislativo, pero su relación con Milei atraviesa un quiebre irreversible, agravado desde abril, cuando no fue convocada al acto por Malvinas. Durante el Tedeum, ambos evitaron contacto visual y físico, incluso durante el cambio de guardia en Plaza de Mayo, donde compartieron palco con Macri sin intercambiar palabras.

El clima de tensión se extendió a la previa del acto. Según la nota de Infobae, Milei coordinó meticulosamente su llegada a la Catedral para no cruzarse con Villarruel, mientras su hermana Karina —secretaria general de la Presidencia— organizó un desayuno en Casa Rosada con ministros y funcionarios, excluyendo a la vicepresidenta. Pettovello fue la única en interactuar con la prensa, en un evento controlado por Casa Militar bajo nuevas restricciones para medios.

García Cuerva, en su homilía, también cuestionó la desilusión ciudadana: “Años de promesas incumplidas nos hicieron perder las ganas de participar”. Advirtió sobre el narcotráfico, las personas en situación de calle y la falta de políticas públicas, mientras Milei escuchaba en primera fila, sin reaccionar visiblemente. Al finalizar, el Presidente saludó cordialmente al arzobispo, reflejando un acercamiento a la Iglesia pese a sus diferencias ideológicas.

El acto dejó en evidencia la fractura interna del Gobierno y la polarización política, contrastando con el llamado del arzobispo a “curar las heridas” mediante el diálogo. “Las nuevas generaciones merecen un país reconciliado”, concluyó García Cuerva, en un mensaje que resonó como un desafío para una dirigencia ensimismada en sus conflictos.