El estudio, titulado “Informe sobre la Democracia 2025-25 años de Autocratización- ¿Democracia Trumpeada?”, no menciona directamente a Javier Milei, pero señala que desde su asunción hubo un retroceso en cinco índices clave de democracia.
Entre los aspectos más preocupantes, el informe destaca:
– Una caída del 5% en el índice liberal (que protege derechos individuales), pasando de 0.80 a 0.76 entre 2023 y 2024.
– Un retroceso del 5.2% en el componente igualitario (participación política).
– Una baja del 4.8% en el índice participativo.
– Un desplome del 22.9% en el componente deliberativo, que mide la polarización en el debate público.
Este diagnóstico coincide con otros estudios, como el de Latinobarómetro, que ya mostraba un **creciente malestar con la democracia en Argentina**:
– Solo el 48% de los argentinos apoya el sistema democrático.
– El 60% está insatisfecho con su funcionamiento.
– El 18% respalda abiertamente un gobierno autoritario (frente al 13% en 2020).
Milei llegó al poder capitalizando este clima de desencanto con la política tradicional, prometiendo un giro radical contra el establishment. Sin embargo, su gestión no ha logrado revertir la desconfianza ciudadana, y el país enfrenta una polarización creciente en un escenario de ajuste económico extremo.
El informe también permite contrastar el caso argentino con el de Nayib Bukele en El Salvador, otro líder disruptivo que llegó al poder en un contexto de crisis institucional. Sin embargo, hay diferencias clave:
– Bukele aumentó el apoyo a la democracia (del 27.7% en 2020 al 45% en 2023) gracias a su política de mano dura contra las pandillas, que redujo drásticamente la inseguridad.
– En Argentina, en cambio, Milei no ha logrado mejorar indicadores clave como la economía o la cohesión social, lo que profundiza la incertidumbre.
Mientras Bukele consolidó su liderazgo con resultados concretos en seguridad, Milei enfrenta el desafío de mantener su apoyo sin haber resuelto aún los problemas estructurales que lo llevaron al poder.
Ambos casos reflejan una tendencia regional: **el fracaso de las democracias para garantizar bienestar abre paso a liderazgos disruptivos**, ya sea mediante autoritarismos con resultados (como Bukele) o discursos antisistema sin soluciones inmediatas (como Milei).
La pregunta clave es si estos modelos lograrán estabilizarse o, por el contrario, profundizarán la crisis de representación que los llevó al poder. Por ahora, los datos sugieren que, sin mejoras tangibles, el riesgo de mayor descontento y regresión democrática seguirá creciendo.
El Varieties of Democracy Institute de la Universidad de Gotemburgo publicó su informe anual sobre las democracias en el mundo en 2024, y ubicó a la Argentina como país "en proceso de autocratización", con retrocesos en todos los componentes del Indice de Democracia Liberal (IDL) pic.twitter.com/B4ExcT0XeQ
— Lucas Romero (@LucaRomero) March 25, 2025
El mundo ve con asombro la represión que están sufriendo los adultos mayores en la Argentina.
— El Prensero (@El_Prensero) March 27, 2025
¿A este gobierno el FMI le dará un préstamo?
¿En serio? pic.twitter.com/7cU86UGf63