09 Mar 2025

8M: Miles de mujeres marcharon en todo el país

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, miles de mujeres, diversidades y organizaciones sociales marcharon en todo el país bajo la consigna "Paro internacional transfeminista, antirracista, antifascista, antipatriarcal y anticapitalista".
8M: Miles de mujeres marcharon en todo el país

La movilización, que partió desde el Congreso hacia la Plaza de Mayo en la Ciudad de Buenos Aires, fue un grito colectivo contra el desmantelamiento de las políticas de género y el avance de un gobierno que niega la violencia machista y recorta programas esenciales para la protección de las mujeres y disidencias.

El contexto no podía ser más desafiante. Horas antes de la marcha, el Gobierno nacional publicó un video en el que celebró el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y negó la existencia de los femicidios, refiriéndose a ellos como “homicidios de mujeres”. Este mensaje, lejos de amedrentar al movimiento feminista, avivó la indignación y reforzó la necesidad de salir a las calles. “Nos quieren calladas, nos tendrán en las calles. Nos quieren sumisas, nos encontrarán movilizando”, afirmó el colectivo Ni Una Menos en un comunicado.

Un gobierno que desmantela y niega

La Justicia también dio un revés a las políticas de género. Horas antes del 8M, la Cámara Contencioso Administrativo Federal revocó una medida cautelar que obligaba al Gobierno a no reducir los recursos destinados a la protección contra la violencia de género. Esta decisión se suma al desfinanciamiento de programas clave como el Acompañar, que ofrecía ayuda económica a víctimas de violencia, y a la reconfiguración de la Línea 144, que ahora atiende todo tipo de violencias sin especialización en género. Según datos del Observatorio “Ahora que sí nos ven”, en los primeros dos meses del año hubo 52 femicidios, y en 19 casos había denuncias previas que no alcanzaron para prevenir el asesinato.

“El ataque a las políticas de género significa más mujeres en peligro, más precarización laboral y menos acceso a la justicia”, denunció Ni Una Menos. La brecha salarial de género supera el 27%, y las mujeres realizan el 75% del trabajo doméstico no remunerado. Además, la eliminación del Ministerio de las Mujeres y el debilitamiento de programas como la Ley Micaela y el Plan ENIA, que redujo la tasa de fecundidad adolescente en un 49%, dejan a miles de mujeres y disidencias en situación de vulnerabilidad.

8M: Miles de mujeres marcharon en todo el país

Las organizaciones feministas, en primera línea

Frente al vacío del Estado, las organizaciones feministas y populares siguen siendo el refugio para muchas mujeres. “Estamos en modo de supervivencia”, aseguró Raquel Vivanco, directora del Observatorio “Ahora que sí nos ven”. Organizaciones como Shalom Bait, que brinda acompañamiento psicológico y jurídico a víctimas de violencia, enfrentan una demanda creciente y una emergencia financiera. “Trabajamos desde 2003 y nunca nos había pasado”, explicó Tamara Santoro Neiman, coordinadora del área de prevención.

En los barrios populares, la crisis económica agrava la situación. “Las políticas de ajuste repercuten dentro del hogar. Las mamás están desesperadas porque el narco busca a los pibes para hacerlos soldados”, dijo Dina Sánchez, secretaria federal adjunta de UTEP. Además, la falta de acceso a anticonceptivos y la interrupción de la educación sexual integral profundizan las desigualdades. “Hay una desresponsabilización del Estado que abandona a las mujeres, niñas y adolescentes en su derecho a elegir libremente su proyecto de vida”, denunció Lucila Galkin, directora de Género de Amnistía Internacional Argentina.

Un movimiento que no retrocede

Este 8M no fue solo una marcha, sino una demostración de fuerza y resistencia. “Hoy nos toca enfrentar la ultraderecha que gobierna con hambre, a golpe de saqueo y crueldad”, escribió Ni Una Menos en sus redes sociales. La movilización, que se replicó en distintas ciudades del país, mostró la capacidad del movimiento feminista para abrazar todas las luchas y construir un mundo donde todas las vidas importan.

En un contexto de retrocesos y ataques, el feminismo sigue en las calles, defendiendo cada conquista y exigiendo la restitución de los programas desmantelados. “Las políticas de género no son privilegios ni ideología, son derechos humanos básicos”, afirmó Ni Una Menos. Y en un mensaje claro al Gobierno, las mujeres y diversidades dejaron en claro que no darán ni un paso atrás: “Nos quieren calladas, nos tendrán en las calles”.

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