Mientras el gobierno nacional no para de autolesioarse y el peronismo puede soñar con una victoria para las elecciones de septiembre, el diputado nacional Máximo Kirchner reavivó las diferencias con el gobernador Axel Kicillof durante un acto en Quilmes. El presidente del PJ provincial formuló un reclamo público, insinuando una distribución desigual de los fondos provinciales y expresando su deseo de que el mandatario priorizara a ese distrito de la misma manera que, según su percepción, lo hace con La Plata. “Ojalá el gobernador ponga la misma plata en Quilmes que pone en la ciudad de La Plata”, manifestó Kirchner, quien luego añadió: “Me va a encantar, Quilmes lo necesita”. La crítica se viralizó en las redes sociales a menos de dos semanas de los comicios del 7 de septiembre.
La paradoja temporal no pudo ser más evidente: Kicillof había estado en el mismo municipio inaugurando una Alcaidía Departamental con una inversión de $15.091 millones. La obra penitenciaria, que incluye 156 celdas con capacidad para 312 internos, fue presentada como parte del Plan de Infraestructura Penitenciaria Bonaerense. Desde el escenario, el gobernador cargó contra el Ejecutivo nacional: “El único problema que tenemos para cumplir con la totalidad de nuestro plan tiene nombre y apellido: se llama Javier Milei y se robó los fondos comprometidos”.
La intendenta Mendoza había respaldado la gestión provincial al describir la obra como “resultado del trabajo conjunto y cotidiano entre la Provincia y el municipio”, aunque no dejó de señalar que atendía “una situación que durante muchos años no se había tomado en cuenta”. Simultáneamente, dirigió sus críticas hacia el Presidente: “Lo único que recibe nuestra población del gobierno de Javier Milei son agravios, ofensas, crueldad y represión a los jubilados”.
Máximo Kirchner es de las peores personas en la política argentina.
— Axel Kicilov (@UBkicillof) August 25, 2025
Dato : TODAS las obras que muestran en Quilmes son con partidas de Provincia, si es por recaudación dicho municipio no puede ni pagar sueldos. pic.twitter.com/GpZt2nNhas
Este episodio deja al descubierto las persistentes tensiones al interior del peronismo, que se arrastran desde el complejo cierre de listas y se profundizaron con la decisión de Kicillof de desdoblar las elecciones. La crítica pública de Máximo Kirchner, interpretada por muchos como un guiño hacia el intendente de La Plata Julio Alak -aliado de Kicillof-, evidencia que la unidad del peronismo bonaerense mantiene fisuras estructurales que persisten a pesar de la necesidad de presentar un frente unido ante el oficialismo. La coincidencia de actos en el mismo municipio revela cómo las tensiones electoralistas pueden opacar incluso los logros de gestión compartida, dejando al desnudo una contradicción que debilita el discurso de unidad frente al adversario común.