20 Ago 2025

Los candidatos más locos del mundo

De campeona fitness al salto político de la influencer que ve a Milei como un "enviado divino". Laura Soldano, segunda en la lista de LLA en Córdoba, afirma que su llegada a la política fue por una "señal cósmica" que le reveló el destino mesiánico de Milei. Su perfil esotérico genera resistencias internas en el partido.
Los candidatos más locos del mundo
Laura Soldano con Gabriel Bornoroni, Diputado Nacional y armador de los Milei en Córdoba

La irrupción de Laura Soldano como segunda candidata a diputada nacional por La Libertad Avanza en Córdoba es un fenómeno que parece salido de otro planeta, o al menos así lo cuenta ella. Excampeona de fitness de 44 años y ahora influencer espiritual, Soldano combina un relato místico con militancia libertaria. Para ella, Javier Milei no es un político más, sino “un enviado” con una misión divina: convertir a la Argentina en un “faro de luz para el mundo”. Su currículum, una mezcla de terapias holísticas, la agroindustria familiar y un pasado de competencias de bikini fitness en Estados Unidos, refleja la estrategia del espacio por capitalizar figuras que vienen de afuera de la política tradicional, lo que no ha evitado algunas internas y críticas por su falta de experiencia legislativa.

El salto de Soldano a la política, según relató en un streaming, fue producto de una epifanía. “Tuve todo un despertar y en una canalización, una meditación, sentí y vi todo esto”, confiesa. Cuenta que después de ver sin querer un documental de Milei en YouTube, enseguida lo reconoció como un mensajero del más allá. “La veo y digo: no, este es un enviado”, aseguró, dejando en claro que su adhesión nació de una señal sobrenatural, y no de haber leído la plataforma de gobierno. Esta narrativa, que incluye referencias a “registros akáshicos” y a una “fuerza del cielo” que asiste a Milei, se complementa con anécdotas como el primer encuentro con el Presidente, donde no pudo “parar de llorar” por la energía mesiánica que percibió.

Su llegada a La Libertad Avanza fue obra del diputado Gabriel Bornoroni, quien le encomendó la estrategia en el sur provincial, una zona que ella bautizó como “Imperio del Sur”. Su trabajo, dice, es unificar grupos dispersos y seguir un plan que “viene de Karina” Milei, la “arquitecta” del espacio. Pero su candidatura no pasó desapercibida y generó ruido en el libertarismo cordobés. Dicen que figuras como la diputada María Celeste Ponce y otros dirigentes cuestionaron tanto sus declaraciones esotéricas como su perfil de empresaria del campo. “Todos sabemos que la lista es mala”, soltó un referente del partido, a propósito de una postulante que no tiene trayectoria política.

Las polémicas se dispararon cuando se viralizaron declaraciones de Soldano en las que afirmaba que Milei “no es humano, en su interior hay un ser superior con otra energía”, y lo ubicó en un tridente de líderes “conectados con el más allá” junto a Donald Trump y Giorgia Meloni. Además, sobre los ajustes, deslizó que jubilados y personas con discapacidad “debían esperar” porque los recortes eran parte de un plan gradual. Estas frases hicieron que desde el círculo presidencial le bajaran línea para que controlara sus apariciones públicas. “Todos los candidatos de la lista, principalmente los que no tienen experiencia con los medios, iban a ser coacheados”, le contó una fuente a la prensa. Y la propia Soldano empezó a borrar contenido de sus redes sociales para apagar el incendio.

Más allá de la anécdota esotérica, su candidatura pone en evidencia la puja por el significado de la “batalla cultural” libertaria. Soldano encarna una variante que cruza el discurso antiestablishment con un espiritualismo New Age, donde conceptos como “energía”, “luz” y “misión” se mezclan con consignas políticas duras. Esta combinación, aunque fuera de la política tradicional, encuentra un público cautivo en las redes, atraído por narrativas de superación personal y teorías conspirativas, como su crítica a la Agenda 2030 o al Foro de Davos. Al mismo tiempo, su figura no hace más que exponer las tensiones internas en el espacio, particularmente entre los liberales más ortodoxos y estos nuevos activismos místico-populistas.

Con un futuro en el Congreso, Soldano deberá demostrar si su capital simbólico se puede transformar en una acción legislativa efectiva. Aunque insiste en que no es una “política” sino una “ciudadana común al servicio”, su discurso carece de propuestas concretas más allá de la lealtad incondicional a Milei. Lo que sí es seguro es que su candidatura, gane o pierda, muestra la obsesión del libertarismo por romper con el lenguaje político de siempre, aunque esto implique profundizar sus propias contradicciones y generar aún más escepticismo en gran parte de la sociedad.