18 Ago 2025

El retorno la farandulización de la política

Con la boleta única el reconocimiento mediático desplaza a los políticos profesionales. Un sistema que prioriza caras conocidas sobre proyectos serios. Celebridades ocupan listas mientras cuadros técnicos y políticos de vocación con carrera son marginados por estos arribistas.
El retorno la farandulización de la política

El sistema de boleta única, al eliminar las marcas partidarias visibles, ha convertido las elecciones en una competencia de reconocimiento individual donde la trayectoria política pierde valor frente al capital mediático. Este fenómeno alcanza su cenit en los comicios legislativos de 2025, donde celebridades sin experiencia alguna en cualquier tipo gestión pública o militancia de ideas, ocupan lugares estratégicos en las listas, relegando a cuadros técnicos y debilitando la esencia programática de los partidos.

La Libertad Avanza ejemplifica esta estrategia: Virginia Gallardo—panelista televisiva sin antecedentes políticos—encabeza su lista en Corrientes tras recibir “clases de economía” de Javier Milei. Su única declaración pública fue un mensaje espiritual en redes sociales. Karen Reichardt, segunda en la boleta bonaerense de LLA, replicó sin cuestionamiento cifras oficiales no validadas: “Hemos sacado 12 millones de la pobreza”. Mientras tanto, Laura Soldano—influencer fitness—aseguró que una “visión en meditación” la llevó a militar por Milei, desplazando a militantes de base.

El Partido Integrar repite el patrón con Claudio “Turco” García. El exfutbolista, cuya única credencial es haber denunciado que “la capital está muy parecida a la Provincia”, ocupa el tercer puesto en CABA. Jorge Porcel Junior, viral en 2014 por exigir “20 mil pesos para no fregar pisos”, ahora busca un escaño porteño con el Movimiento Plural. Su reclamo de privilegios contrasta con su nula formación en políticas públicas.

La boleta única profundiza esta lógica: al obligar al elector a identificar candidatos individuales—no siglas—premia el reconocimiento superficial sobre la solidez ideológica. Esto explica por qué espacios como Somos Buenos Aires postulan al exfutbolista Carlos “Loco” Enríquez en Lanús, y por qué Acción Vecinal de Gustavo Posse apuesta a Evelyn Von Brocke—famosas por escándalos mediáticos—para concejal en San Isidro.

El retorno la farandulización de la política

Expertos advierten que este modelo acelera la fragmentación partidaria: los dirigentes dejan de construir proyectos colectivos para reclutar “influencers” que atraigan votos por identificación de una simple foto o por algún link emocional. El resultado es una oferta política vacía de contenido, donde la capacidad legislativa se subordina al trending topic. Como señaló un analista: “Cuando un tuit vale más que un currículum, los partidos se convierten en agencias de talentos”.

Consecuencias: profesionalización vs. espectáculo
El fenómeno tiene costos tangibles:
– Desprestigio de la política: La percepción de que cualquiera puede legislar sin preparación alimenta el sentimiento de antipolítica.
– Debilitamiento institucional: Bancas ocupadas por figuras sin redes de apoyo técnico producen legislación superficial.
– Clientelismo moderno: Los partidos intercambian lugares en listas por alcance en redes, no por méritos.

Mientras Argentina enfrenta crisis complejas—renegociación de la deuda, reforma fiscal, emergencia habitacional—, la boleta única incentiva una peligrosa trivialización. Las elecciones de octubre definirán si el Congreso se transforma en un elenco de reality show o recupera su rol como espacio de profesionales.