En un movimiento que busca reconfigurar el tablero opositor, Facundo Manes y el exgobernador de Córdoba Juan Schiaretti mantuvieron un extenso cónclave secreto este martes en un barrio del norte porteño. La reunión, que se extendió por más de tres horas sin registros fotográficos ni declaraciones públicas, tuvo como eje central la construcción de una alternativa política nacional de cara a las elecciones de 2027. Según publicó el medio especializado “Letra P”, ambos líderes coincidieron en un diagnóstico lapidario: el gobierno de Javier Milei opera “sin plan productivo, sin red social y con una lógica de concentración del poder que pone en riesgo la estabilidad democrática”, al tiempo que descartaron cualquier continuidad de “la avenida del medio como se la conoció”, considerándola una opción agotada.
Fuentes cercanas a los participantes revelaron que el diálogo giró en torno a desarrollar “un nuevo espacio con proyección nacional”, basado en una “nueva intensidad” que evite lo que calificaron como “un centro tibio”. En sintonía con esta visión, Manes y Schiaretti aspiran a erigirse como “la alternativa a Milei y a los fantasmas del pasado que ya fracasaron”, en una clara referencia al kirchnerismo. El esquema contempla una alianza de anclaje federal que integre peronistas disidentes, radicales y desencantados de otras fuerzas, combinando racionalidad económica con sensibilidad social, según la publicación Letra P.
Operativamente, la dupla proyecta presentar listas con referentes “sub45” en distritos clave como la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. Este último territorio reviste especial interés para Schiaretti, obsesionado históricamente con ganar presencia en el conurbano bonaerense, donde Manes ya cultiva vínculos con intendentes como Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Guillermo Britos (Chivilcoy). Aunque las fuentes enfatizan que “no se habló de candidaturas” durante el encuentro, sí se ratificó la necesidad de que ambos lideren conjuntamente el proceso. La estrategia se enmarca en el reciente lanzamiento de “Para Adelante”, el movimiento de Manes inspirado en el macronismo francés.
La articulación enfrenta complejidades, particularmente en el caso del cordobesismo, cuyas oscilaciones han incluido aportar funcionarios al gobierno nacional. Sectores duros del schiarettismo insisten en definirse como opositores al libertarismo, aunque justifican colaboraciones puntuales bajo el argumento de la gestión provincial. Esta ambigüedad ha generado tensiones en el bloque Encuentro Federal de Diputados, donde conviven subgrupos con agendas divergentes, incluidos legisladores cordobeses cercanos a Schiaretti como Carlos Gutiérrez y Natalia De la Sota, quien mantiene sintonía con Manes desde su voto compartido contra la Ley Ómnibus. El avance de la alianza podría alterar cálculos en Córdoba, donde el actual gobernador Martín Llaryora observa atentamente los pasos de su predecesor, y en Santa Fe, provincia donde Schiaretti ya selló una alianza con Maximiliano Pullaro.