Una cifra que duele en el alma:*$9.500.000. Eso es lo que embolsarán pronto los legisladores nacionales tras la última paritaria. Mientras tanto, en las paredes del Hospital Garrahan, los médicos residentes que luchan contra el cáncer infantil miran sus recibos $800.000 magros, con un “bono compensatorio” de $300.000 que ni siquiera suma para la jubilación. La ecuación es brutal: un diputado cobra en UN MES lo que un médico del Garrahan en CASI UN AÑO.
Pero esto no es solo plata. Es la foto descarnada de una Argentina partida en dos. Del lado de acá, los héroes de blanco: especialistas que estudian décadas, duermen en pasillos, y cargan con el peso de explicarle a una madre por qué su hijo no sobrevivirá. Del otro lado, la “casta”: legisladores que hacen noticia por su ignorancia, como Juliana Santillán confundiendo tasas de desempleo en vivo, o Lilia Lemoine tropezando con estadísticas básicas. El mismo Congreso donde se discute el presupuesto de salud es el que multiplica sus dietas mientras niega aumentos reales a los médicos.
POR DIOSSSSS
— M (@MConurbasic) June 4, 2025
Que frustrante haber estudiado la mitad de tu vida para cumplir el sueño de salvar pibes en el Garrahan y tener que terminar discutiendo en TN con el gato caro falopero de Juliana Santillán que te tira que tu sueldo te sobra porque la canasta básica es de 360 lucas. pic.twitter.com/bIJO8TT3qv
¿Cómo llegamos acá?
– El “bono” de los médicos es un parche: $300.000 que no computan para aportes, licencias ni indemnizaciones, y puede ser quitado en cualquier momento. Una burla.
– Los políticos se autorregalan: Sus aumentos se votan en de espaldas a la gente, lejos del escrutinio que sufren las paritarias docentes o médicas.
El contraste quema: Un residente del Garrahan pasa 24 horas seguidas operando tumores cerebrales en niños. Un legislador promedio dedica 9 horas semanales a sesiones (según la UCA). Y aún así, ganan casi 12 veces más.
Pero el verdadero crimen es el mensaje que manda este país:
“Da igual salvar vidas. Lo que importa es hacer payasadas en la TV para llamar la atención y entrar en alguna lista. ¿Estudiaste 10 años? ¿Sobrevivís con empanadas frías en la guardia? Mala suerte. Acá premiaremos al que haga el papelón televisivo más viral.”
¿Sabías que la diputada Juliana Santillan GASTO MAS DE 10 MIL DOLARES EN VIAJES pagados por el estado solo en los primeros 6 meses del 2023?
— Joel (@Joepsi) June 4, 2025
Cobra 5 MILLONES DE PESOS, no sabe cuanto esta una canasta básica y le dice a un medico que salva vidas TODOS LOS DÍAS que es casta. pic.twitter.com/q64F4xSEBz
Cuando un niño con leucemia espera tratamiento en un hospital sin insumos, sus médicos ya saben la verdad: en Argentina, un tuit absurdo de un diputado vale más que su búsqueda de tratamientos o de cuidados paliativos.
La pregunta que nadie responde: ¿Qué país queremos? ¿Uno donde un show mediático en el Congreso cotiza más en pesos que la mano que sutura el corazón de un chico? Mientras tanto, en el Garrahan, los residentes siguen firmando guardias. No por los $300.000 fantasmas, sino porque alguien tiene que hacer lo que la casta nunca hará: poner el cuerpo donde las cifras fallan.