El gobierno de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires pidió unidad dentro del peronismo, aunque estableció condiciones y envió mensajes críticos hacia Cristina Kirchner (CFK). Carlos Bianco, ministro de Gobierno bonaerense y cercano al gobernador, cuestionó en una entrevista con radio Milenum los intentos previos de alianzas electorales sin sustento político: “Tuvimos unidad en 2019 y no fue bien. Fue una unidad electoral, no política, claramente, porque el gobierno, con sus claroscuros, no fue exitoso”. Además, destacó que el resultado de las elecciones de medio término no determina automáticamente el futuro: “Perdimos en 2021 en la provincia, pero después ganó Axel como gobernador. No es determinante lo que pase en 2025 para 2027”. Bianco insistió en que la unidad debe ser una construcción sólida: “Ojalá haya una foto de Axel, Cristina y todos los referentes en unidad, luego de crear condiciones para una nueva alternativa política, no un rejunte electoral”.
Por su parte, CFK reconoció errores internos durante un análisis postelectoral, según publicó Cenital. Señaló la necesidad de replantear la comunicación y el modelo económico: “Seguir hablando del Estado presente significa no estar acorde con la sociedad de hoy. Tenemos que ver cómo logramos un Estado eficiente”. Además, cuestionó la desconexión con sectores populares: “Este modelo le sirve a un 30% de la población. El 70% queda afuera”, y llamó a *“repensarnos” como fuerza política, dejando de lado “mezquindades y egos que provocaron fragmentación inútil”.
En paralelo, el debate sobre la logística electoral profundizó las tensiones. El gobierno bonaerense defendió el desdoblamiento de las elecciones (legislativas provinciales el 7 de septiembre y nacionales en octubre), argumentando problemas operativos. Según la Subsecretaría Electoral, en la provincia hay 42.000 mesas distribuidas en 6.500 lugares, y cada elector tardaría más de tres minutos en votar, lo que impediría que todos sufraguen en 10 horas sin ampliar un 85% las mesas, algo considerado inviable. Desde La Plata descartaron revisar el calendario, pese al anuncio del gobernador santiagueño Gerardo Zamora de realizar elecciones concurrentes, que el kirchnerismo usó para cuestionar la decisión de Kicillof, según Cenital.
La organización de los comicios también generó fricciones. Mientras el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, afirmó que la policía provincial puede garantizar el proceso, sectores del PJ cuestionaron si su participación daría lugar a denuncias de la oposición. En respuesta, un funcionario citado por Cenital recordó que en Santa Fe la policía local cumplió ese rol sin objeciones. Además, se espera la firma de un convenio con la Justicia Electoral, a cargo de Alejo Ramos Padilla, y el Correo Argentino para la transmisión de datos.
La relación entre Kicillof y CFK atraviesa un momento crítico. La última conversación en persona ocurrió en diciembre de 2024, según la reconstrucción de Cenital, y desde entonces solo hubo tres reuniones entre el gobernador y Máximo Kirchner, una de ellas con Sergio Massa. En ambos sectores admiten que “el teléfono rojo está roto”. Fuentes cercanas a CFK afirmaron: “Axel no tiene intención de llamar”, mientras que desde el entorno del gobernador respondieron: “La última vez que quiso hablar, ella lo mandó a hablar con Máximo”. Este domingo, CFK participará en un evento en CABA sin Kicillof, cuyo discurso se centraría en Milei, aunque se anticipa que cualquier referencia al gobernador acapararía atención.
Para lograr la unidad, el kicillofismo planteó condiciones:
1. No vetos: Incluir figuras como Fernando Gray (crítico de los Kirchner) y Julio Zamora (en tensión con Massa), a pesar de resistencias internas.
2. Apoyo a la gestión: Los candidatos deben respaldar públicamente a Kicillof y a los intendentes peronistas frente a los embates del gobierno nacional.
3. Campaña focalizada: Discutir el modelo de país de Milei, pero priorizando los efectos de sus políticas en la provincia.
Un operador cercano al gobernador criticó la fragmentación: “Es una locura hablar de lograr unidad entre Axel y Cristina. Hasta acá nos llevaron con el delirio de boicotear al único gobernador kirchnerista del país”. Mientras, CFK insistió en dejar de ser “militantes electorales” para volver a ser “militantes políticos”, en un intento por reorientar la estrategia de cara al 2027.