En un acto que combinó campaña electoral, obras públicas y una puesta en escena cargada de contradicciones, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y el diputado Máximo Kirchner recorrieron este 1° de mayo obras de pavimentación e iluminación en el barrio Villa Itatí de Bernal Oeste. La ironía: los proyectos fueron financiados por el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU), dependiente del gobierno de Axel Kicillof, a quien el kirchnerismo busca desplazar en la interna bonaerense.
Vestidos con uniforme camporista de forzada popularidad (jogging 3 tiras) y rodeados de carteles con la leyenda “Cristina 2025”, los referentes kirchneristas aprovecharon el Día del Trabajador para instalar la posible candidatura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner a legisladora provincial. Sin mencionar a Kicillof, pero utilizando recursos de su gestión, Mendoza alabó la obra como un “ejemplo de presencia del Estado”, aunque omitió que los fondos salieron de las arcas del gobernador al que su sector busca debilitar.
Obras con sello Kicillof, discurso anti-Kicillof
La pavimentación con hormigón y la instalación de luces LED en Villa Itatí —un barrio históricamente postergado— fueron presentadas como un logro propio, pese a que los fondos y la ejecución corresponden al OPISU, organismo bajo órbita de Kicillof. La escena resultó incómoda para el oficialismo provincial: mientras el gobernador intenta consolidar su liderazgo, sus rivales internos usan sus políticas para militar a CFK.
Pero la disonancia no terminó allí. Mayra Mendoza, con un nuevo look que incluyó una nariz afilada y labios abultados —producto de una reciente cirugía estética—, generó malestar entre los vecinos. “Ella gasta en operaciones, mientras acá muchos no comen”, murmuró un habitante a este medio. El contraste entre su imagen renovada y las necesidades urgentes del barrio no pasó desapercibido.
No te quiero amargar la mañana quilmeño pero tu intendente Mayra Mendoza se sigue haciendo cirugías con tus impuestos, mientras tus hijos corren peligro ⚠️ de muerte 💀 en la esquina ☝🏻🐀
— Marie Curie 🦁🦆💙 Nueva Argentina (@XxiJusticia) April 30, 2025
¿Unidad o cálculo electoral?
La jugada de Mendoza y Máximo no es ingenua: buscan posicionar a CFK como figura central en Buenos Aires, desplazando a Kicillof de la escena. Pero el gesto de usar sus obras para atacarlo podría resultar contraproducente. “Es ridículo que critiquen al Gobierno provincial con recursos que él mismo financió”, señaló un referente local del Movimiento Derecho al Futuro.
Con un locro comunitario de fondo y discursos cargados de retórica militante, Máximo Kirchner evitó referirse a Kicillof, pero apuntó contra el Gobierno nacional: “Hay que reconstruir la Argentina que vivimos con Néstor y Cristina”. Mendoza, por su parte, insistió en que “con el pueblo y Cristina nunca nos equivocamos”, en un guiño claro a la candidatura de la exmandataria.
La estrategia, sin embargo, revela grietas. Al promover a CFK en un acto con obras de Kicillof, el sector más duro del kirchnerismo parece querer capitalizar los logros del gobernador sin darle crédito. Lucía Cámpora, secretaria general de La Cámpora, intentó suavizar las tensiones: “Somos parte de la misma fuerza”, dijo, aunque reconoció que “se discute la posibilidad de que Cristina sea candidata”.
En un año clave para el peronismo, la interna bonaerense promete ser una batalla de símbolos, fondos públicos y narrativas. Y aunque Kicillof aún no responde, cada obra que inauguren sus rivales con dinero provincial será un recordatorio de quién controla, por ahora, los recursos del Estado.