Según una nota publicada por la revista La Tecla, el Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal está en pausa. Creado en diciembre de 2023 para ayudar a los municipios a enfrentar la caída de recursos, el FFFM transfirió $125.674 millones a las comunas durante 2024. Sin embargo, hoy se encuentra paralizado a la espera de la aprobación de medidas económicas que permitan reactivar las transferencias. Este fondo era clave para garantizar servicios esenciales y obras de infraestructura, especialmente en un contexto donde los recursos nacionales también escasean.
El prolongado debate por la aprobación del Presupuesto y los fondos coparticipables, que dependen de esa ley, ha puesto a los intendentes en una situación crítica. Con recursos limitados, cada uno de ellos, independientemente de su margen de maniobra, debe administrar con eficiencia tanto los fondos que reciben como los que generan a nivel local.
Reclamos transversales y críticas a Nación y Provincia
Intendentes radicales y del PRO también alzaron su voz. Iván Villagrán (Carmen de Areco) señaló que la recaudación local cayó un 15,6% este año, lo que limita la capacidad de ejecutar obras. “La Nación paralizó proyectos importantes, y aunque hay voluntad de la Provincia, no se puede avanzar”, explicó.
En tanto, Javier Martínez (Pergamino) y Pablo Petrecca (Junín), ambos del PRO, coincidieron en que la falta de presupuesto provincial y nacional complica la gestión local. “No recibimos recursos de nada. El IOMA es un desastre, y no tenemos fondo de seguridad”, afirmó Martínez. Petrecca, por su parte, destacó que la situación es “super compleja y casi inédita”, y criticó la desatención de Nación.
La salud y la seguridad, los temas urgentes
La falta de fondos también impacta en áreas sensibles como la salud y la seguridad. Los municipios deben cubrir con recursos propios la falta de medicamentos y la nula cobertura de patologías, mientras que el atraso en los pagos de IOMA a hospitales municipales agrava la situación.
En seguridad, la ausencia del Fondo de Seguridad obliga a los intendentes a financiar combustible, reparaciones de móviles y otros gastos operativos de las fuerzas policiales. “Tenemos que acudir en auxilio de la policía, pero no tenemos los recursos”, señaló Juan Carlos Chalde (Coronel Dorrego).
Obras públicas paralizadas y gestión con recursos propios
El Gobierno nacional paralizó casi mil obras en la provincia, con un recorte acumulado de más de $6 billones. Programas como “Argentina Hace” fueron suspendidos, y los municipios deben financiar con recursos propios obras menores, como asfalto y cloacas.
Algunos intendentes, como Érica Revilla (General Arenales), han optado por ser más ágiles en la gestión y trabajar con fondos propios. “Serviría mucho el Fondo de Infraestructura que tuvimos años anteriores”, afirmó, mientras que Diego Valenzuela (Tres de Febrero) destacó que su municipio no depende de fondos externos gracias a una administración eficiente.
La Provincia, entre reclamos y medidas de auxilio
Frente a este escenario, la Provincia ha intentado paliar la situación con medidas como la reactivación de pequeñas obras a través del Ministerio de Infraestructura y la culminación de viviendas pendientes con el apoyo del Ministerio de Hábitat. Además, el Consejo Federal de Inversiones (CFI) colabora con los municipios en la elaboración de proyectos.
Sin embargo, los intendentes coinciden en que estas acciones no son suficientes. “Vamos a depender de los fondos provinciales, pero por ahora no están”, afirmó Daniel Stadnik (Carlos Casares), mientras que Gustavo Menéndez (Merlo) subrayó que la crisis económica afecta a toda la sociedad y que el Gobierno nacional “se ausentó absolutamente”.
Un panorama desafiante
En un contexto de recortes, falta de presupuesto y demandas crecientes, los intendentes bonaerenses enfrentan el desafío de gestionar con recursos limitados. Mientras esperan que Nación y Provincia destraben los fondos necesarios, deben priorizar gastos, reducir programas y buscar alternativas para mantener los servicios esenciales. La situación, como señaló Menéndez, es “compleja y desafiante”, y requiere de soluciones urgentes para no dejar a los vecinos desamparados.